sábado, 15 de noviembre de 2014

A. Abeijón

Se habla de YPF, de Mosconi, de petróleo, si conversamos con la historia ella también nos cuenta que en los inicios del descubrimiento y extracción del petróleo hubo represión, censuras, despidos y cárcel para delegados obreros, defensores del trabajo digno, uno de esos primeros perseguidos por el Gral. Mosconi fue el gran relator de historias patagónicas don Asencio Abeijón, nacido el Tandil en 1901, al poco tiempo en 1903 se fue con sus padres a Comodoro Rivadavia, su propia vos nos cuenta: “…mi papá vino para Comodoro con 4 hijos, era el 1903 y no había médicos, ni farmacia, ni escuela, nada, solo había coraje…” y nos sigue contando: “…el día mas alegre del pueblo fue cuando llegó Isidro Quiroga, en cambio cuando se descubrió el petróleo es mentira que la gente salió festejar ni nada de eso, mas bien decían ¡¡qué mala suerte!! ¿¿vio?? Era una frustración porque no se encontró agua…”

Fue maestro a los 19 años, a los 20 entra a trabajar a YPF donde lo eligen delegado obrero, el Gral. Mosconi lo cesantea no solo por ser delegado sino también por sus artículos en un periódico local, defendiendo al trabajador y denunciando las precarias condiciones laborales. Por eso cuando la historia habla, habla de todo, no discrimina, no es lo mismo olvidar con no querer recordar. Abeijón comenzará su vida errante que sería la base de sus posteriores libros, contando lo vivido, será carrero, resero, camionero, contratista de esquila. Conocerá la cárcel por cuestiones políticas. Subir al pescante del carro lanero de Abeijón es iniciar un viaje para conocer la tierra de quienes la amaron. Dice Osvaldo Bayer: “…se me ocurre que la tumba de don Asencio debería tener estas palabras: amó el desierto, sostuvo la mirada del guanaco, siguió el rastro del león cebado, escuchó a la gente sencilla, se asomó a las bahías luminosas y enfiló su carro hacia la ruta final de las estrellas sureras.”



 

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