martes, 25 de febrero de 2014

OPINIÓN

El poder real

El poder real es el económico, entonces no tiene sentido hablar de democracia. Ésta, a través de los funcionarios debe generar igualdad, cosa que está cada vez mas lejos. En nuestro país los grupos económicos monopólicos tienen el poder, los políticos son meras figurillas, hacen y actúan según como esos poderes les indican, si alguna no responde suprimen el vínculo y esas figurillas van a parar a alguna caja o a alguna habitación en desuso. Lo que votamos cada cuatro o dos años son los candidatos impuestos por aquellos poderes económicos, como dice Jauretche: “nos dan la opción de la suerte de Bertoldo, aquel que le dieron a elegir en que árbol iba a ser ahorcado”, en nuestro caso elegimos quien va a hacer el ajuste.

Los responsables o protagonistas de los poderes del sistema representativo de Río Negro, actúan de esa manera, desde hace bastante tiempo. Como aquella frase populista: “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, frase que hay que tomarla con pinzas, porque a través de una ley te dejan sin trabajo, o te reducen el salario, o esas figurillas aumentan sus ingresos a discreción o, esos “dirigente sindicales” que pasan a ser senadores, diputados, ministros y que, mágicamente, vuelven al sindicato después de un tiempo, busqué adjetivos calificativos para conceptuarlos, hay varios: mercenarios, materialistas, interesados, vendidos, corrompidos, deshonestos, inmorales, y siguen... 

Hay ciertas leyes y resoluciones que generan desigualdad, injusticia. La justicia es equilibrio entre la moral y el derecho, lo justo es siempre moral, las leyes pueden ser injustas.
Todo privilegio injusto implica una subversión inmoral de los valores de la sociedad. ¿ Por qué personas que trabajan en los tres poderes del sistema representativo tienen salarios 70 u 80 veces superior al de una persona que trabaja 8 horas diarias?, ¿ qué labor  tan importante desempeñan para provocar semejante desigualdad?, seguramente intentarán una respuesta que ni ellos mismos creen, simplemente porque no hay respuesta, no hay fundamento.

Gobernar no es sacrificar una parte en beneficio de otras, es propender hacia un equilibrio, por supuesto que, quienes fueron votados no deciden, solo ejecutan lo que los poderes económicos les indican. En el caso de Educación y Salud, a través de nuevas resoluciones cierran cargos, debilitan instituciones, acrecientan la desigualdad. La acción es la misma de otros años solo cambian palabras, términos, a saber: privatizaciones, pagos atrasados, bonos, etc. hoy se denomina “adecuación presupuestaria”.

Sin duda los cierres de cargos y horas en nuestra ciudad no fueron realizados mágicamente desde Viedma, hubo un evidente acompañamiento local. Es tiempo de decir, de expresar, porque si no hacemos nada por contrarrestar los poderes que nos gobiernan, podemos decir que merecemos lo que tenemos.
Otra disparidad palpable: ¿por qué existen escuela de 1°, 2° y 3° categoría? ¿No deberían ser todas iguales, con los mismos beneficios? ¿ por qué las escuelas rurales son de 3°?  ¿quién o quienes decidieron esa categorías?  ¿ no es momento de reformar el Estatuto del Docente, que pronto cumplirá 50 años?  Nadie habla de ese tema, quizás por desconocimiento, por olvido, conveniencia.

La película se reitera año a año, con los mismos protagonistas, docentes en conflicto al inicio de clases, productores en conflicto al inicio de una cosecha, ganaderos en conflicto cuando hay sequía, dirigentes que se “enriquecen” en un pase mágico sin generar nada a la sociedad, cada uno cuida su quinta, su palacete, su miseria. Con un único y poderoso opresor, el poder económico, donde cada uno tiene su precio.

Estamos acudiendo al momento más calamitoso de la historia, al fracaso de los sistemas.

Entonces, cuando dispongan todos los ciudadanos por igual de vivienda, alimento,  salud, educación comenzaré a acordar que nos llamemos hermanos.