martes, 30 de diciembre de 2014

Inundación 1915

Aluviones

 Entre 1914-1915 en Europa se desarrolla la primer guerra mundial, por aquí, en Sudamérica se inicia la revolución del Paraguay. Al sur de Argentina en los inicios de colonizar enormes leguas de campo de monte, mas precisamente en la zona denominada el “Entre ríos del Sur”, siendo sus protagonista el río Negro y el río Colorado o “Covun Leuvu” (río Caliente) según vocabulario Tehuelche. A la vera de éste río a lo largo de mas de 150 km,  los pueblos en formación de Fortín Uno, Pichi Mahuida, Juan de Garay, Río Colorado y Buena Parada transcurrían y desarrollaban su vida social y comercial en torno al ferrocarril construido entre 1897 y 1899. Los intereses y egoísmos, políticos y económicos entre Buena Parada y Río Colorado perduran desde hace años, el encuentro entre personas de diferentes nacionalidades, la milicia y los escasos descendientes de Tehuelches, Pampas, Mapuches y otras etnias, generaban discrepancias y enconos que aún hoy persisten.
Los primeros días de Enero de 1915 transcurrían entre el agobiante calor y furiosas tormentas de verano, hasta que el 2 de enero los pobladores mas cercanos al río comenzaron a percibir un extraño comportamiento del mismo, lentamente pero sin pausa, las aguas comenzaron a ganar las calles, patios, casas, campos, por días el agua de color marrón oscuro, seguían avanzando hasta alcanzar mas de dos leguas de ancho.
Muchos no tuvieron escapatoria y perecieron bajo ese turbulento alud de lodo, piedras, arboles y una gran masa de agua. Otros huyeron a lugares elevados del terreno, se veían de a grupos de 100, 200 personas diseminadas por los campos acarreando los pocos pertrechos que pudieron rescatar. Por esos años el medio de comunicación mas veloz era el telégrafo, en este caso la velocidad de la ola gigantesca fue superior al mensaje de aviso de alerta.
Pasados varios días las crónicas de los periódicos de esa época después del 6 de enero comenzaban a tener información de la causa de semejante catástrofe, como así también la suerte de numerosas personas, cuyos familiares no tenían noticias.
A partir del 7 de enero las aguas lentamente comienzan a descender, y comienzan a vislumbrarse las consecuencias de la creciente, para esa fecha no se tenían noticias de la situación en Fortín Uno, Pichi Mahuida y Juan de Garay.
Desde La Japonesa Juan Giancarlos informa que su negocio y la balsa fueron totalmente destruidos, y que las aguas alcanzan una extensión de mas de tres leguas.
Desde Bahía Blanca sale un tren con auxilio hasta la estación Río Colorado, pero solo llega hasta estación Gaviotas. Autoridades ferroviarias deciden avanzar lentamente, llegando hasta 5 km antes del puente de Buena Parada, subidos a barrancas cercanas, vislumbran que el río tiene un ancho de mas de dos leguas, allí encuentran al Juez Fosatti y numerosas familias.
Por esos días el presidente de la nación Victoriano de la Plaza veranea en la zona del Tigre cercana a Buenos Aires. El 8 de enero el presidente, enterado de la situación, solicita la intervención de la marina.
Días antes el Sr. Coleman, superintendente de ferrocarriles del Sud, intenta llegar con una pequeña formación con botes y víveres hasta estación Juan de Garay, a poco andar observa que no podrá avanzar e inicia el regreso, pero tampoco lo pudo hacer ya que las aguas habían avanzado sobre las vías detrás del tren. La locomotora comenzó a hundirse y el agua alcanzó los vagones, fue necesario utilizar los botes, después de un par de días pudieron llegar hasta a Río Colorado. Entre tanto los vecinos Domínguez y Romera encuentran mas de 60 personas sin abrigo, ni alimento. Por esos días se suma a la creciente abundante lluvia.
El 9 de enero el presidente De la Plaza, ordena al ministro de obras públicas Manuel Moyano girar $3.500, 76 carpas y varias mantas al Gobernador del Territorio Pedro Antonio Serrano. La firma tabacalera Piccardo y Cia. Envía: 500 paquetes de cigarros "43" y  1 cajón de tabaco "Picadura". También el ferrocarril del Sud envía mas de cien cajas con diversas vestimentas.
Desde Fortín Uno, el 12 de enero el almacenero Lezcano intenta llegar hasta Pichi Mahuida con zorra a bomba, solo llega hasta el km 889, continúa caminando hasta el pueblo, allí encuentra solo en pie el edificio de la estación , galpón de cargas y estanques. Desparecieron el almacén de ramos generales, varias viviendas y entre 18 y 25 vagones, el puente inaugurado en 1904 está intacto sin los terraplenes de acceso, en la estación se observa mas de 1 metro de barro en el interior, en las bardas cercanas se pueden observar algunos de los vagones totalmente destruidos.
El ferrocarril del sud para no retrasar el flete de encomiendas entre bahía Blanca y Neuquén decidió habilitar chatas tiradas por caballos entre Buena Parada y Benjamín Zorrilla que tardan entre 5 y 6 días para 35 leguas de huellas intransitables por las intensas lluvias.
Entre tantos, un hecho dramático lo vivió Mario Salles, agrónomo de Duahu, quien con 24 personas estuvo en un carro 115 horas rodeado por el agua, sin alimento, soportando  viento y lluvia, cuenta la crónica que al ver a niños llorar y desmayarse de hambre no dudó en sacrificar un gato, que fue el crudo y escaso alimento por esas horas.
La magnitud de la inundación ha pasado, en el centenario del evento numerosas crónicas se escriben, se han escrito y se escribirán. El cauce del río cambió a partir de allí, fue necesario construir diques de contención.
Tal vez un suceso de este tipo no se repita, hoy la situación del río es exactamente opuesta, otro aluvión gigante, el del consumismo, la desvastación del recursos natural ha dañado severamente el río y  la cuenca, el sistema económico-político neoliberal ha transformado al río en un desagüe de sus desperdicios contaminantes. Quién hoy pide auxilio, quien hoy se está ahogando es el Colorado y quizás dentro de 100 años nuestros descendientes nos pregunten: che ¿no hicieron nada para rescatarlo?
Jose Luis Trejo

Fuentes consultadas: archivos diario La Nueva Provincia, archivos diario La Nación