viernes, 13 de noviembre de 2009

Yerra en lo de Terrón - Año 1942
Cuchillo Co /L. Pampa
Gentileza Flia. Arzuaga




Payada en La Pampa
El fin de siglo Edison y Marconi mediante, trajo la posibilidad de grabar y reproducir el sonido, incluida la voz humana.Los payadores de la época de oro (1890-1915) transitaron la borrosa frontera entre el campo y la ciudad. Cantaron en bodegones y patios, en circos y tablados. Algunas tenidas importantes, como Betinotti vs. Bianco en San Vicente(1913), fueron recogidas en versión taquigráfica y publicadas en folleto, sus mejores canciones fueron grabadas y difundidas en disco. Tuvieron mejor suerte que aquellos payadores anónimos de la gesta libertadora. San Martín tenía un payador en el ejército de Los Andes que se llamaba Simón, quien también fue escuchado por Las Heras y Sarmiento; Rondeau escuchó cantar a Victoria, una payadora oriental durante el sitio de Montevideo, por citar algunos.Eso si nunca se liberaron de ser perseguidos o favorecidos por gobiernos de turno, y mas de una vez debieron trenzarse a “pedido”. Una tenida de payadores equivalía a los que es hoy una mesa redonda televisiva con alto rating: nadie quería perdérsela.Una se esas payadas antológicas, fue la de Gabino Ezeiza y Maximiliano Santillán en Cuchillo Co(La Pampa)Santillán había desafiado al mulato Ezeiza por carta:¿Dónde está ese poeta que tanta fama le dan?Díganle que Santillán a ningún negro respetaEzeiza , sabiendo que Santillán era bebedor, le devolvió el guante por ese lado:Por escrito y de la pampa me vienen a desafiar,No han de ser gallos de estampa si les gusta cacarear,Algunos dicen que el diablo debe tener la piel negraPero conozco angelitos que se endiablan con ginebraTres días y tres noches duró el encuentro entre el pampeano y el porteño, exhaustos, payadores y público consintieron un empate.Los anhelos políticos de Ezeiza se cumplieron el día de su muerte, un 12 de octubre de 1916, cuando H. Irigoyen asumió la presidencia de la República. Del pampeano, se sabe que después de aquel duelo en Cuchillo Co dejó la bebida para siempre.
Un maestro y Gabino EzeizaCorría el 1901 cuando Thames Alderete fue designado maestro de la escuela de Cuchillo Co.Viaja desde Bahía Blanca por tren hasta Pichi Mahuida y comunica su decepción por la pobreza del paisaje y el inútil discurrir del Colorado.Vecinos de Pichi Mahuida lo trasladan hasta su destino en carro, un viaje de 9 horas para 65 km.El maestro da cuenta de sus fracasos por provocar la colaboración del vecindario a fin de mejorar la escuela. llevaba bien encaminada una de estas gestiones cuando "cundió la noticia de iba a llegar al pago el cantor de la turba inculta: Gabino Ezeiza"El maestro no había podido convocar al vecindario, ni siquiera a los miembros del Consejo Escolar, siempre ocupados en otras cosas.Pero Gabino provocó un movimiento inusual, "los criollo agringados y los gringos acriollados empezaron a concurrir desde diez leguas a la redonda, no para presenciar las clases, como imaginé (dice el maestro) si no para escuchar las melodías de ese negro, cantor de las proezas de los gauchos legendarios”. Ni los Consejeros se asoman por la escuela, atrapados por el poeta, ni siquiera el mismísimo presidente del Consejo, necesitado de atender su negocio, nunca tan concurrido.Los alumnos concurrieron a la clase, pero estaban impacientes y nerviosos. El maestro, firme se disponía a comenzar con su tarea, cuando "presentándose el presidente del Consejo y el secretario, me ordenaron suspender las clases hasta dos días siguientes al evento".El famoso payador permaneció una semana en casa del presidente, por tal motivo el maestro tomó sus pertenencias y se alejó del lugar. "y haga usted patria con tales vecindarios" exclama el maestro antes de retirarse. los escritos del maestro son todo un testimonio de la época y, en particular , de las condiciones a que estaban expuestos los maestros de escuela, muchos de ellos como Thames, en este caso, incapaces de tender puentes para que la educación y la cultura que ellos proponían no apareciesen como la negación de los gustos tradicionales y de la alegría simple del hombre rural a comienzos de siglo.
Fuente: "La escuela en el desierto" Eduardo Thames Alderete, apuntes de un maestro.
Gentileza escuela N°175

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